Pensamientos Agustinianos Amad, pero pensad qué amáis. El amor de Dios y al prójimo se llaman caridad; el amor del mundo y al mundo se denominan concupiscencia. Refrénese la concupiscencia; excítese la caridad (CS 31,2,5) # Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con Facebook
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