La mano sirve al ser que ordena: idénticas letras hacen el ser y la mano. ¿Acaso unas el ser, otras la mano? Idénticas, sí, las hace la mano, pero no similarmente, pues nuestro corazón las hace inteligentemente; la mano, en cambio, visiblemente. (TEJ 18, 8) #
Pensamientos Agustinianos
Cuando escribimos las letras, primero las hace nuestro ser y después nuestra mano. Ciertamente, ¿Por qué habéis aclamado [a Dios], sino porque habéis entendido? (TEJ 18, 8) #
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El enfermo, en cambio, no logra reconocer a Jesús entre el gentío, y sí en el templo. Y se acercó al Señor. Lo encontró en el templo, en un lugar sagrado, en un lugar santo. (TEJ 17, 11) #
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Es cierto que de momento no conoces aún a Jesús, aún no ves a Jesús; ¿qué sigue después? ...No fue entre la gente donde lo vio, sino en el templo. (TEJ 17, 11) #
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Es difícil ver a Cristo en la multitud. Es necesaria para nuestro espíritu cierta soledad. Dios se deja ver cuando nuestra atención ha conseguido una cierta soledad. (TEJ 17, 11) #
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Al Señor no hemos llegado todavía, pero ya tenemos al prójimo con nosotros. Carga, pues, con quien andas, para que llegues a Aquel con quien deseas quedarte para siempre (TEJ 17,9) #
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Mas tú, que todavía no ves a Dios, amando al prójimo te harás merecedor de verlo a El. El amor del prójimo limpia los ojos para ver a Dios (TEJ 17,8) #
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El amor de Dios es lo primero que se manda, y el amor del prójimo lo primero que se debe practicar (TEJ 17,8) #
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Cuando Dios nos exhorta a que nos amemos mutuamente, ¿acaso te exhorta a que ames solamente a quienes te aman a ti? Este es un amor de compensación, que Dios no considera suficiente (S 386,1) #
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El amor no puede estar solo (S 349,1) #
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El amarse en sí mismo [de forma egoista] y el agradarse uno a sí mismo, no es amor recto, sino vana soberbia (S 348,2) #
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En esta vida, toda tentación es una lucha entre dos amores: el amor del mundo y el amor de Dios; el que vence de los dos atrae hacia sí, como por gravedad, a su amante (S 344,1) #
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Elige ya aquí lo que has de amar y evita lo que debes temer, pues nadie evita el juicio que ha de ser temido sino viviendo bien. (S 335K,2) #
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¿De qué aprovecha temer y luego vivir mal? Si vives mal y temes, llegarás a lo que amas; pero ¿evitarás lo que temes? (S 335K,2) #
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Quien se ama a sí mismo, abandonando a Dios, y quien abandona a Dios por amarse a sí mismo, ni siquiera permanece en sí, sino que sale incluso de sí (S 330,3) #
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No hay nadie que no se ame a sí mismo; pero hay que buscar el recto amor y evitar el perverso, porque amando la iniquidad despides a Dios (S 330,3) #
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Amemos a aquellos de quienes no tengamos que avergonzarnos; amemos a aquellos a quienes, en cuanto podamos, deseemos imitar (S 313A, 3) #
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Hay, en efecto, cosas cuyo amor es provechoso y cosas cuyo amor es un estorbo. No ames lo que te es un estorbo si no quieres encontrarte con un tormento (S 311,4) #
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Ponte de acuerdo contigo mismo. Si no quieres ser engañado, no engañes; no hagas lo que no quieras sufrir (S 306,9) #
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Elijamos, pues, hermanos, el amor que haga nuestra vida inocente y nuestra muerte tranquila (S 299E,1) #
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Así es el amor: no está sin dolor. Cuando lleguemos, cuando nos adueñemos de él, pasará el dolor, pero no desfallecerá el amor (S 298,2) #
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Haz lo que se te manda y se te dará lo que amas (S 297,9) #
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Cómo puede ser inocente quien no tiene compasión consigo mismo? Es inocente el que a nadie daña, porque la regla del amor al prójimo comienza por amarse a uno mismo (S 278,8) #
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... una cosa es Dios y otra el prójimo, aunque sean amados con un mismo amor, no por eso lo amado es una sola cosa (S 265,9) #
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